Metodología
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Resulta difícil establecer el método científico idóneo para la realización de este trabajo al pretender plasmar influencias y correlaciones entre el comportamiento del hombre y el de su perro, precisamente por tratarse de dos especies evolutivamente alejadas y diferentes entre sí, aunque muestren similitudes sociales y de cohesión grupal, como la jerarquización y una serie de pautas ceremoniales que se dan tanto en el hombre como en el perro.
Profesionales de la psiquiatría y etólogos españoles y franceses consultados con el fin de diseñar el método específico para la realización del presente estudio, coincidieran en señalar la dificultad de hallar un sistema apto para alcanzar los fines previstos. No obstante, los psiquiatras Leopoldo Irriguible[1] y Juan Larbán, y el ex presidente de la sociedad Española de Etología y profesor de la universidad de Córdoba, Luis Arias de Reyna, colaboraron en determinados aspectos puntuales para la confección del método.
Los primeros sugirieron la utilización del test de Max Hamilton para valorar el grado de ansiedad en el hombre, por su facilidad de manejo para profanos y por la comodidad de extraer conclusiones sin poseer conocimientos médicos, mientras que el segundo evaluó distintos aspectos de las pruebas utilizadas en la valoración del comportamiento de los perros.
Por otra parte, el etólogo, doctor Jordi Sabater Pi, que fue profesor del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universitat de Barcelona y descubridor del gorila albino 'Copito de Nieve', evaluó y valoró la primera parte del trabajo presentada en el I y II Congreso Nacional de Etología celebrados en las Universidades de Córdoba en 1986 y en la de Sevilla en 1988. Asimismo, sugirió diversos aspectos concretos para la realización del estudio y sobre los etogramas utilizados que ayudaron a la elaboración del método definitivo.
Roberto Vidal Pereyra, veterinario, colaboró en la realización del método efectuando una evaluación, a su juicio, del grado de nerviosismo que muestran las distintas razas de perros según una guía ilustrada[2] facilitada por el propio veterinario. Estos valores situados entre el 0 y el 3 (ausencia de nerviosismo y máximo grado de alteración, respectivamente) han sido utilizados como componente equilibrador de los datos y como factor variable de los mismos para compensar el comportamiento más o menos activo de una determinada raza. Lógicamente esta evaluación es subjetiva, pero basada en la propia experiencia del citado profesional, con más de 20 años de trabajo con perros, por lo que puede ser utilizado adecuadamente como baremo compensador.
En 1982 se mantuvieron entrevistas y discusiones científicas acerca del comportamiento de los perros con relación al de los lobos con el etólogo Ramón Grande del Brío, autor de distintas obras de eco-etología. Asimismo, se discutieron aspectos de la influencia del comportamiento entre el hombre y el perro y sobre las similitudes y diferencias entre el perro y el lobo.
El método comprende una serie de pruebas que permiten cuantificar determinados aspectos del comportamiento del hombre y del perro, para proceder así con posterioridad a su comparación y equiparación.
El examen de Max Hamilton consta de catorce preguntas sobre la personalidad del individuo y sobre ciertos aspectos físicos, conformando dos perfiles: Uno psíquico y otro somático, que en este caso se han unificado. Si las catorce respuestas resultan afirmativas s estima que se da el grado máximo de ansiedad o nerviosismo, que para el estudio en cuestión se consideran sinónimos, como más adelante se explicará en las definiciones. Seguidamente, el propietario del perro responde a otro cuestionario compuesto por noventa y dos preguntas, especialmente formuladas para este estudio, muchas de las cuales son repetitivas y otras contienen un doble sentido, para poder contar con la máxima fiabilidad y objetividad posibles.
En el citado cuestionario quedan reflejados otros datos sobre la personalidad del hombre y las consideraciones, que sobre su propio perro hace el propietario. Al mismo tiempo, los datos recogidos en el citado cuestionario permiten conocer aspectos que de otra forma, salvo con observaciones continuadas y directas, resultarían complicados o imposibles de establecer.
Grado de ansiedad en el perro
Existe una prueba que se utiliza para averiguar el grado de ansiedad del perro estudiado. Para ello se realiza un examen consistente en efectuar una detonación con una pistola simulada, a tres metros de distancia del animal y se cuantifican el número de ladridos emitidos, su duración y su tono; la posición de la cola, los movimientos efectuados, los intentos de huida o ataque, la búsqueda de protección detrás del propietario o un obstáculo, y se observa la dirección de su mirada, y si ésta es evasiva o directa.
Se efectúa después un nuevo disparo manteniendo al perro atado a un poste, sin la presencia de su propietario y se valora de la misma forma la reacción del animal, atendiendo a las mismas variables. Finalmente, se lleva a cabo una prueba conjunta realizada con el hombre y el perro, para estudiar el comportamiento de ambos; todo ello acompañado en cada caso de una ficha descriptiva del perro y de su medio ambiente, que da paso a las evaluaciones finales de los correspondientes tests del dueño y del perro. Es el momento de extraer conclusiones, en las cuales es posible observar el nivel de influencia entre ambos comportamientos.
Todas las pruebas han sido llevadas a cabo por dos personas, quienes han ido anotando sus observaciones y datos de forma independiente, adjuntando posteriormente las evaluaciones y obteniendo un valor medio con el fin de lograr mitigar la subjetividad por parte de los investigadores.
En este estudio se aplica un método que consiste básicamente en la recogida de datos acerca de un sólo aspecto del comportamiento del propietario y, por consiguiente, del perro; aunque, la influencia entre los demás aspectos del comportamiento o del carácter como son la agresividad, la sumisión, la apatía, la jerarquía, etc. se dan igualmente, si bien con leves matices de resultados. No obstante, este estudio no contiene datos sobre los citados aspectos reseñados, debido en gran parte a la dificultad existente para la elaboración del método y a la enorme extensión que un trabajo de estas características comportaría.
Se han realizado un total de entre 500 y 550 observaciones directas desde 1977 hasta 1997 en las islas de Eivissa, Formentera y Mallorca. Asimismo se han efectuado un total de 180 pruebas, de las cuales 155 fueron completas y 25 parciales. Han resultado positivas 134 pruebas y 21 negativas. Las pruebas se han efectuado entre personas particulares propietarias de perros y que se prestaban voluntariamente a la realización de las mismas. El contacto con ellas se ha establecido, en la mayoría de los casos, a través de propuestas directas o de anuncios.
Cada una de las pruebas ha requerido un tiempo medio de una hora y media de trabajo y, normalmente, se han llevado a cabo en el propio domicilio del propietario, en terrenos próximos.
Definiciones
Al hablar en etología de nerviosismo o ansiedad existe el riesgo de efectuar comparaciones antropomórficas en la conducta de los animales. Por esta razón, habrá que ceñirse a las siguientes definiciones con el fin de que pueda conocerse el todo momento el concepto de lo expresado en el trabajo y evitar en lo posible errores de interpretación o equiparaciones equivocadas respecto de la conducta del hombre.
Ansiedad.- El término se define aquí como un estado de inquietud contrario al sosiego cuyo principal exponente es el excesivo movimiento superfluo del sujeto y la inseguridad o temor mostrados tanto en el hombre como en el perro. Este término se utilizará indistintamente como sinónimo de nerviosismo.
Comunicación.- Son expresiones corporales, sonoras, olfativas o visuales que permiten establecer un mutuo contacto entre el hombre y el perro. En este caso resulta innecesario el lenguaje humano y se hacen imprescindibles las señales mencionadas.
Conducta conflictiva.- Se define como el comportamiento que obliga a mostrarse indeciso y titubeante, sin saber el sujeto hacia dónde ir. Este término será utilizado en los casos de individuos activos para reflejar un estado inusual en el propio comportamiento, producido por una circunstancia concreta o estímulo poco corriente.
Correlación.- Efecto de intercambio de influencias entre los comportamientos del hombre y el perro.
Hábitat idóneo.- Medio en el que vive el perro sin aquellas distorsiones artificiales que pueden afectar a su comportamiento y sin una excesiva dependencia del hombre. Ejemplo típico es el del perro de guarda de una finca o el perro de pastor que cumplen con una misión y sus dueños los consideran como animales de utilidad.
Influencia.- Efecto de transmisión de un determinado rasgo de la personalidad o pauta de comportamiento del hombre al perro.
Juego.- Comportamiento lúdico de persecución de objetos, o entre animales, con ladridos cortos y carreras circulares cortas y rápidas.
Saludo.- Movimientos de sumisión efectuados por el perro cuando descubre a su propietario, de modo similar a como los perros realizan las conductas de sumisión entre sus congéneres, lo que recuerda un comportamiento típico de los cachorros.
Tablas de evaluación para el hombre
Se utiliza la escala de valoración de la ansiedad de Max Hamilton. En este examen se pregunta acerca del humor ansioso, la tensión, los miedos, el insomnio, las funciones intelectuales o humor depresivo, así como los síntomas somáticos generales, cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales, genito-urinarios, del sistema nervioso autónomo y finalmente se establece una valoración del comportamiento del sujeto durante la entrevista.
En esta misma tabla, se pregunta al propietario si se pone nervioso cuando acude al veterinario, o si tiene perros por miedo, vanidad, soledad, inseguridad. Se interroga, igualmente, si considera al perro como un miembro más de la familia o si le considera un animal de trabajo o de utilidad.
En las pruebas conjuntas entre el propietario y el perro se observa si el primero realiza movimientos superfluos evidentes tanto con las manos como con otras partes del cuerpo, si ordena varias veces consecutivas un mismo ejercicio al perro, si la orden la da gritando y si está visiblemente excitado o nervioso. Asimismo, se hace constar si cuando llama al perro a su lado lo hace repetidamente y con gritos, o por el contrario permanece tranquilo. Posteriormente, él mismo efectúa una valoración de su propio nerviosismo y de su carácter y se considera su profesión como una variable.
Tabla de evaluación para el perro
Al propietario se le pregunta si su perro se muestra inquieto cuando visita el veterinario. Figura asimismo, si la raza está predispuesta al nerviosismo, según la tabla facilitada por el veterinario. Se averigua si el perro está atado normalmente o suelto en un jardín o si convive con otros perros. Hay que observar la reacción del animal estudiado ante otros extraños y en lugares desconocidos; así como la reacción del perro ante la discusión del propietario con otras personas, según lo que explique el mismo propietario o lo observado en discusiones simuladas.
Se observa en el test con disparos el tiempo que el perro permanece ladrando y de qué forma lo hace, si gime, esconde la cabeza, baja la cola, da vueltas sobre sí mismo, realiza movimientos evasivos, intentos de huida o si se esconde detrás de objetos, se orina o defeca y si realiza miradas evasivas o directas.
En definitiva, las pruebas para averiguar la influencia de la ansiedad entre el hombre y el perro constan de los siguientes exámenes:
Test de Max Hamilton | Consta de 14 ítems, para valorar la ansiedad |
Cuestionario | Consta de 92 datos, obtenidos mediante preguntas y observaciones |
Test de ansiedad del perro | Consta de varios disparos al aire |
Ficha descriptiva del perro y su medio | Consta de 45 datos, sobre el carácter del animal y medio ambiente en el que vive |
Test conjunto hombre-perro | Consta de 30 datos sobre comportamiento del hombre y su perro |
Variables
Este estudio se ha realizado sobre el primer perro que el hombre posee, ya que a partir del segundo perro, la influencia del carácter va decreciendo, al existir una convivencia paralela con otros perros. Es preciso, asimismo, que la convivencia entre el hombre y su perro sea lo más estrecha posible para que pueda darse en mayor grado la influencia del propietario sobre su animal. Para la elaboración del presente trabajo se han tenido que considerar las siguientes variables:
1. La profesión del propietario
2. La forma de vida del propietario
3. La consideración que hace el propietario de su perro
4. La raza del perro
5. El medio ambiente
6. La forma de vida del perro (atado o suelto). Solo o con otros perros)
Resumen del método
El concepto de ansiedad, tanto en el hombre como en el perro, tiene el denominador común de la inseguridad y el temor mostrados a través de excesivos movimientos superfluos, forma de hablar apresurada y a veces balbuceante en el hombre y ladridos sin motivo aparente, reiterativos, en el perro. El animal que presenta síntomas de ansiedad lo demuestra caminando con la cabeza baja situada por debajo de la línea de la cruz, normalmente al trote. Lleva la cola entre las piernas o en posición baja y su mirada es evasiva. Lleva las orejas ladeadas y hacia atrás.
A la hora de evaluar los resultados influyen numerosos aspectos parciales. Si el hombre vive solo, si tiene un trabajo que le produce tensión, así como otras muchas variable que dificultan el trabajo de valoración final siendo preciso individualizar cada caso, lo que origina un proceso laborioso y complejo para la obtención de las consideraciones finales. El test escrito decide un punto positivo o negativo en el conjunto de la tabla de 20 respuestas finales para la evaluación global de cada prueba y se da mucha importancia a la observación directa del comportamiento del hombre y el perro.
Para la evaluación del grado de ansiedad del hombre se han previsto 20 datos finales, que si son todos positivos ofrecen el grado máximo de ansiedad, mientras que, siendo la totalidad de dichos datos negativos, ofrecerían un resultado con ausencia total de ansiedad.
A la ausencia de ansiedad le corresponde el número 0. Del 1 al 5 se establece un nerviosismo normal. Del 6 al 10 el grado de ansiedad es bajo. Del 11 al 15, medio y del 16 al 20, se considera un nivel alto, que correspondería a una persona con ansiedad muy grave.
Para poder establecer dicha tabla de valores se ha atendido a una serie de conceptos que analizan el sujeto solo, éste con relación al perro y la valoración de las observaciones por él indicadas o detectadas directamente.
Se han tenido en cuenta distintas variables, como la profesión del propietario, que puede inducir a un mayor nerviosismo en su forma de vida. Otras hacen referencia a su consideración como animal familiar o de trabajo, indicando e el primer caso que existe inseguridad en la relación social o inestabilidad familiar, pudiendo inducir ello al nerviosismo o ansiedad en distintos niveles.
El concepto de considerar al perro como animal de trabajo indica que se sitúa al perro en el lugar que le corresponde tradicionalmente y usualmente, mostrando de esta forma, mayor estabilidad emocional o nerviosa. Por lo tanto, ambas consideraciones pueden contradecirse o complementarse, dependiendo para ello de las distintas respuestas obtenidas en las pruebas y de la estabilidad nerviosa del hombre.
Evaluaciones finales
La prueba resulta positiva si ambas tablas, la del hombre y la del perro se corresponden en valoraciones similares. Si la tabla del hombre indica un valor de ansiedad medio, la del perro deberá indicar el mismo valor medio. En este caso existe correlación de influencias del carácter del amo sobre su perro. En caso contrario, la prueba resulta negativa indicando que la influencia no existe o es inapreciable.
Resultados
Total pruebas realizadas | 180 |
Total pruebas completas | 155 |
Total pruebas parciales | 25 |
Total pruebas positivas | 134 |
Total pruebas negativas | 21 |
%
Pruebas positivas sobre totales (180) | 74,4 % |
Pruebas positivas sobre completas (155) | 86,4 % |
En las pruebas parciales no se han extraído datos, al faltar determinados componentes que no han podido ser detallados, por lo que se consideran pruebas nulas a efectos de cuantificación.
Relación de resultados
Positivas
Hombre con ausencia de ansiedad, perro con igual valor | 97 |
Hombre con ansiedad normal, perro con igual valor | 5 |
Hombre con ansiedad baja, perro con igual valor | 14 |
Hombre con ansiedad media, perro con igual valor | 15 |
Hombre con ansiedad alta, perro con igual valor | 3 |
TOTAL | 134 |
Negativas
Hombre con ausencia de ansiedad, perro con nivel medio | 6 |
Hombre con ansiedad normal, perro con nivel alto | 7 |
Hombre con ansiedad media, perro con nivel bajo | 5 |
Hombre con ansiedad alta, perro con nivel medio-alto | 3 |
TOTAL | 21 |
Descripción de algunos casos
· * Joven de 24 años, con un pastor alemán de un año y medio. Se observa falta de compenetración en los ejercicios, aunque ambos poseen un nivel de ausencia de ansiedad.
· *Hombre de 45 años. Tranquilo, con un pastor alemán de 4 años. Ambos mostraban desgana en los movimientos, excesiva lentitud. Alta dominancia del dueño sobre su perro, que podría condicionar la libertad del animal, al que se veía temeroso.
· *Joven de 23 años con una pastora belga de 2 años. Ausencia de ansiedad en ambas. A la chica le falta autoridad y resulta un caso inverso del anterior. La perra se mostraba demasiado inquieta por el resultado obtenido.
· *Hombre de 37 años con una perra rottweiler[1]. Mismo grado de ansiedad alto. Ambos muestran el nerviosismo típico con movimientos exagerados del hombre y ladridos de la perra ante el menor estímulo. El animal saltaba continuamente hacia su dueño.
· *Mujer con un perro rottweiler de 4 años. La mujer presenta un grado alto de ansiedad con componentes autoritarios muy evidentes. El perro presenta una ansiedad normal, aunque con excesiva agresividad[2].
· *Hombre de 39 años, inválido en silla de ruedas, con un perro dobermann. El hombre mostraba excesivo dominio sobre su perro y una ansiedad alta. El animal se mostraba igualmente con un grado alto de ansiedad y una excesiva sumisión.
· *Joven de 23 años. Despreocupado. Ausencia de ansiedad. Con un perro mestizo tipo mastín de los Pirineos de un año. El animal era considerado como un miembro de la familia e igualmente con ausencia de ansiedad y de movimientos a pesar de su juventud.
[1] Rottweiler. Considerada una raza con un bajo nivel de ansiedad.
[2] Las observaciones directas mencionadas en los casos citados se efectuaron en la Escuela de Adiestramiento de perros con sus dueños entre 1977 y 1992, en donde se impartieron cursos a más de 700 perros con sus propietarios.