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3 de septiembre de 2011

Con la escuela de perros lazarillos de Picornell

Antonio Picornell con la señora invidente
Toni Pere asistió a un seminario en 1980 en la única escuela de España que enseñaba perros lazarillos para invidentes. Su fundador, Antonio Picornell, compartió con él los métodos que utilizaba para el entrenamiento de los perros guía y tuvo la oportunidad de participar en la fase de adaptación de un perro labrador retriever, previamente adiestrado, para una señora invidente desplazada expresamente desde la Península para adoptar al perro, que sería su compañero en el futuro.

La escuela mallorquina fue creada por Antonio Picornell en 1972 y la costeaba General Óptica bajo el eslogan ‘Estos son mis ojos’. Fue la primera de España y realizó una gran labor divulgativa en pro de una nueva forma de independencia para los invidentes que generaría en 1984 el Real Decreto que permite a estos perros ir a todas partes. Lamentablemente cerró en 1988 cuando la óptica cambió de dueños. (Fuente: http://www.guide4dogs.com/famous-people/85-juan-manuel-blanes.html)


Antonio Picornell, sin duda era la persona más experimentada de España en esta clase de adiestramiento. Además, se dedicaca a la cría de perros y a la posterior selección en función de su carácter, con objeto de conseguir los mejores resultados que podamos imaginar. Como ya se ha dicho, la selección del perro se realizaba básicamente teniendo en cuenta el carácter del animal. En principio, incluso los perros que no son de raza pueden resultar aptos, aunque en este caso se descarta la posibilidad de que tengan descendencia, pues es difícil poder predecir la clase de cruce que hay que efectuar con estos perros para que se transmita el carácter. (Fuente: http://www.labradorygolden.com.ar/noticias/display.php?ID=5)


Toni Pere comprobó que en la escuela mallorquina, donde residía el propio Picornell, tenía un patio vallado con numerosos perros de distintas razas, entre las que destacaban el labrador, el golden retriever y el pastor alemán, entre otras. Durante su estancia en Mallorca pudo comprobar la dificultad de entregar el mando del perro al invidente, por lo que en su escuela en Eivissa, siempre trabajó desde el inicio con el dueño y su perro, con el fin de adaptar mutuamente la personalidad de hombre y animal. De esta forma, no se logran resultados espectaculares, porque depende de la pericia del amo, pero se consigue la máxima compenetración posible, que es lo que, en definitiva se persigue cuando una persona quiere tener un perro educado y posteriormente adiestrado.