Nuestra escuela tiene una sóla motivación desde que se
creó y es la investigación de la conducta animal en general, y en
especial la del perro doméstico. Aprendemos con cada persona que
formamos y de esta forma podemos seguir enseñando, con más experiencia y
conocimientos. Además, con cada nuevo conjunto constituido por el dueño
y su perro, obtenemos datos de distinta índole que nos permite llegar a
una serie de conclusiones, que suelen ser presentadas en congresos y
foros nacionales e internacionales sobre Etología Aplicada, básicamente. De
hecho, como se indica en otros apartados, se han presentado ya
distintas ponencias en congresos nacionales de etología sobre la
relación entre las personas y sus perros, y además se pudo llegar a la
conclusión de que el perro adquiere los rasgos más importantes de la
personalidad de su dueño con la convivencia estrecha de ambos. Todos los
datos, resultados, y conclusiones se obtuvieron de la práctica en la
escuela, mediante la enseñanza a los dueños de perros, que pudieron así
educar y adiestrar a sus propios animales. Asimismo, se consiguió
establecer la utilidad de llevar a cabo terapias con perros por los
beneficios para la salud humana que se observó en la práctica diaria de
la escuela, lo que desembocó finalmente en la creación de Cans
Eivissencs Solidaris, dedicada a la interacción de podencos ibicencos
con ancianos sanos o enfermos internos en residencias.
De esta
forma, el trabajo de la escuela se convierte en una actividad lúdica y
atractiva que persigue únicamente, la adquisición de conocimientos sobre
la conducta animal y, de paso, beneficia a los propietarios de perros,
ya que a pesar de los casi 40 años dedicados a esta tarea no sabemos
suficiente y necesitamos continuar estudiando para seguir investigando y aportar
así, nuevos aspectos que redundarán en una mayor relación entre persona y
perro.
