Ganadería
Los ganaderos acusan al Consell y al Govern de la extinción de las razas autóctonas.
Tres fincas de las cinco que facilitaron huevos de gallinas ibicencas para un estudio denuncian la selección de un patrón racial que «atenta contra la biodiversidad» y exigen que se paralicen los trabajos «erróneos»
Un grupo de ganaderos ibicencos acusa al Consell Insular de Ibiza y al Govern balear de precipitar la desaparición de las «numerosas variedades» de la gallina, el conejo y la cabra propias de las Pitiusas por su «gestión errónea», que motiva la «eliminación de la biodiversidad racial» de estos animales y por «la marginación más absoluta» de los ganaderos, que son los que crían y conocen a estas razas desde «hace cientos de años», asegura su portavoz, Vicent Juan. Hasta el momento, los ganaderos están avalados por sesenta y ocho firmas de agricultores, empresarios y aficionados particulares.
IBIZA | A. P. Ganaderos de distintos municipios de Ibiza exigen al Consell Insular que inste al Govern balear a paralizar «de forma inmediata» todos los trabajos iniciados para la recuperación de las razas autóctonas pitiusas (existe ya una propuesta oficial sobre la gallina ibicenca) al entender que la labor que llevan a cabo las instituciones conducirá a la desaparición de numerosas variedades de gallinas, conejos y cabras. Exigen además la participación directa en la gestión, porque aseguran que «los ganaderos son los que han mantenido desde siempre a los animales autóctonos en todas sus variedades y son los que realmente los conocen y saben distinguirlos de los selectos», señala su portavoz, Vicent Juan.
Hasta ahora, estos criadores han permanecido en silencio a la espera de los resultados de los trabajos, en los que la mayoría participó de buena fe aportando información y huevos para el reconocimeinto oficial del patrón de la gallina ibicenca. «Ahora vemos con asombro e indignación que existe ya una propuesta de estándar, sobre la que no hemos sido consultados ni informados, y que fija sólo tres variedades, cuando todos sabemos que existen muchísimas más y que de aprobarse este patrón, desaparecerían. Esto es lo que nos ha hecho movilizarnos», recalca el portavoz.
Los ganaderos estudian la posibilidad de asociarse para defender eficazmente las distintas variedades de razas autóctonas, y evitar así su «inevitable extinción, si continúan en manos de estas instituciones», añade. Hasta ayer, los ganaderos han reunido sesenta y ocho firmas de agricultores, empresarios y aficionados que critican la labor institucional basada en conceptos «parciales, erróneos, estéticos y caprichosos» y solicitan un nuevo planteamiento más moderno y eficaz para conservar «toda la riqueza de variedades», remarca Juan.
La polémica
La polémica se inició en 2006 cuando Diario de Ibiza reveló que el Govern marginaba al Consell con la cría en Mallorca de gallinas ibicencas sin garantías de su autenticidad. En aquel momento la Fundación Natura Park crió pollos procedentes de huevos de Ibiza sin que se verificara si se trataba de aves autóctonas o mezcladas con selectas.
Algunos ganaderos expertos ya criticaron entonces esta medida, hasta que en julio de 2008 la consellera de Agricultura del Govern balear, Mercè Amer, se vio obligada a anular la experiencia por la falta de buenos resultados y reconoció así públicamente las críticas. Amer aseguró que en el futuro los trabajos de recuperación se llevarían a cabo en Ibiza con la colaboración de los ganaderos locales y firmó un convenio con la consellera insular, Marga Torres, por un importe de 45.000 euros que concedía el Govern para el fomento de las razas autóctonas. «Sin embargo, tampoco en esta ocasión contaron con nosotros, más que para la obtención de huevos destinados a su incubación cuyos pollos serían objeto de un estudio», lamentan los ganaderos.
Técnicos contratados por el Govern llevaron a cabo un trabajo comparativo entre tres razas autóctonas de gallinas de Balears, «sin que tampoco hubiera garantías de la autenticidad de las aves ibicencas», remarca Juan, por lo que los resultados «no pueden tenerse en cuenta por si las gallinas que denominaron ibicencas pudieran estar cruzadas con ponedoras selectas foráneas, algunas de las cuales son muy parecidas morfológicamente a las ibicencas y esto explicaría que se considerara a las supuestas ibicencas más ponedoras que las mallorquinas y menorquinas».
Precisamente, tres fincas de las cinco que colaboraron inicialmente con el Govern denuncian la selección de un patrón racial que «atenta contra la biodiversidad». Los ganaderos exigen su participación directa y activa para la elaboración de los patrones raciales de gallinas, conejos y cabras con el fin de mantener la «numerosa tipología y morfología, cuya limitación «supone un claro atentado a los principios ecológicos modernos», acerca de los que también se declaró partidaria la consellera balear, Mercè Amer. Los agricultores y ganaderos ibicencos que crían «con su esfuerzo personal» las distintas variedades de animales autóctonos, critican que «se quiera solucionar el problema de un plumazo sin comprender y aceptar la gravedad que supone la pérdida de los recursos genéticos», subraya Vicent Jua, quien anima a los ganaderos a proteger «realmente» a las razas autóctonas y «no sólo de cara a la galería» y a que se sumen a la movilización.